Erase una
vez un dragón, se llamaba Tom .Vivía en una cueva. Un día salió de su casa y
descubrió el mundo. Él pensaba que iba a ver más dragones de su tipo, pero no
había ninguno. Estaba tan triste que solo iba mirando al suelo. De repente se encontró
un papel, tenía una poesía que decía:
Y él
dijo: -¿quién habrá dejado esto aquí? De repente vio una luz que se iluminaba
en su cueva.
Él tenía
miedo de entrar en la cueva por si le pasaba algo. Decidió quedarse fuera y no
entrar. Se tendría que buscar otra cueva. Estaba triste porque se había quedado
sin cueva y solo. Se puso a cantar una canción que decía:
Estoy tan triste que me pondría a llorar
Me he quedado sin cueva y solo
No hay nadie de mi tipo
Me aburro un montón
Por eso estoy cantando una canción…
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