Llegaron en una cápsula del
tiempo sorprendidos. Los niños se llamaban Evaristo y Miguel. Evaristo tenía mucha barba a pesar de ser niño. Poseía una
varita mágica, y lo único que podía hacer con ella, era convertir a las
personas en animales. Evaristo y Miguel conocieron a Pegaso y al Minotauro y de
repente llegaron cuatro palomas que venían de hacer una misión complicada. Las
palomas vivían en una choza de madera. La choza era pequeña, estrecha, de color gris y blanco abandonada, con
telarañas y con peligro de derrumbarse. Las palomas conocieron a los
niños, a Pegaso y al Minotauro. Las
palomas se sorprendieron de ver animales tan raros y fuertes. Miguel convirtió
a las palomas en magos. Las palomas se hicieron amigas de los niños.
Los niños les llevaron al
cementerio a luchar contra la invasión zombi. Como eran muchos vencieron a los
zombis pero les faltaba el zombi jefe. Contra él no pudieron a pesar se ser un
montón de niños. Volvieron a casa muy heridos, llamaron a Minotauro y a Pegaso y volvieron al cementerio a luchar; esta vez ganaron.
Volvieron a casa vencedores
después de una lucha complicada.
CONTINUARÁ...
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