Cuando llegó
encontró a una niña pequeña en un trono. Ella le mandó arrollidarse.
Él hizo lo que le mandó y le dio una lista con las tareas que
tenía que hacer:
Tom se quedó alucinado con todo
lo que tenía que hacer pero le dijo a la niña que seguiría sus instrucciones
todos y cada uno de los días que estuviese con ella.
La niña amenazó a Tom y le dijo
que tendría que hacerlas para poder quedarse a vivir allí con ella. De repente sonó
el teléfono del castillo Tom lo cogió:
TOM:-¿Quién
eres?
PERSONA AL TELÉFONO: -Soy tu
madre.
TOM:-Vale,
¿pero como sabes este número de teléfono?
PERSONA DEL TELÉFONO:-Porque
me lo he encontrado por la calle.
TOM:-Ah vale.
En
realidad su madre le había mentido. La mamá de Tom sabía que aquella extraña y
misteriosa niña tenía poderes mágicos. Toda la vida de Tom había sido
planificada por su madre y la niña. Ellas eran la verdadera razón de los
poderes de Tom, y de toda aquella magia que parecía tener.
Se sentía intranquilo. Sabía que
algo no estaba saliendo bien. Nunca se había sentido de aquella forma. De
repente Tom se despertó. En realidad todo era un sueño. Todo aquello que había
vivido de manera tan real, no había sido más que fruto de su subconsciente.
Aunque así fuese, aquella había sido la aventura más increíble del mundo
entero.
FIN
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